Cómo funciona

Incluso las superficies metálicas extremadamente pulidas no son lisas. Si se las observa con un microscopio, se asemejan a montañas con millones de picos rugosos llamados asperezas. La distancia entre estos picos y valles puede ser hasta de 15 micras (una micra equivale a la millonésima parte de un metro). Cuando las superficies de metal se deslizan entre sí, especialmente ante alta presión, el calor por fricción aumenta y hace que las puntas altas se desgarren y se rompa la película lubricante. Esto provoca agarrotamiento ya que las superficies se sueldan entre sí.

Monolec protege las superficies de metal con una sola capa de moléculas, que reduce la fricción a través de su acción de “rodamiento de bolas”. Si la película de aceite se rompe por alta presión, Monolec reaccionará con el rápido aumento de la temperatura en las asperezas que rozan entre si para formar un lubricante sintético químico que permite que los puntos altos deslicen reduciendo el desgaste.

La lubricación se consigue proporcionando una película lubricante entre dos superficies metálicas enfrentadas. Bajo cargas de livianas a moderadas y velocidades suficientes, los lubricantes de la viscosidad adecuada proporcionan la firmeza de película requerida. A medida que la carga, las velocidades y las temperaturas aumentan y/o disminuyen durante el funcionamiento, la película de aceite por sí sola puede ser insuficiente para evitar el rozamiento, las rayaduras, el desgaste, la fricción y las altas temperaturas cuando se produce el contacto de metal contra metal. Aquí es donde Almasol se destaca protegiendo el equipo.